10/11/07

Riesgos de salud en los músicos

Händel, Schumann, Freddie Hubbard, Louis Amstrong, Jimmy Smith, Tino Casal, Eva Cassidy, Noel Galager etc., músicos de todos los tiempos, todos los estilos, todas las nacionalidades han sufrido problemas de salud provocados por su profesión. Hasta un 80% de artistas se llegan a ver afectados en algún momento de su vida: afecciones de la columna vertebral, distonía focal, tendinitis, hiperhidrosis (sudoración excesiva de manos y cara, especialmente), miedo escénico etc.… son las principales patologías que padecen músicos, bailarines y actores.


Las causas de esas enfermedades son, las tensiones innecesarias y las malas posturas. El problema es que la mayoría no son conscientes de ellas, creen que son “gajes del oficio”, y no hacen mucho por solucionarlas y menos aún por prevenirlas.
Si hablamos de músicos de orquesta, la suposición de que el público conoce a dedillo las partituras, genera una gran presión sobre el artista que aspira a tocar perfectamente. Esta tensión podría ser el origen de muchos problemas físicos. En un concierto los músicos tienen que ejecutar y coordinar innumerables y precisos movimientos musculares; los ensayos para lograrlo significan soportar, con frecuencia, durante más de ocho horas posiciones corporales no naturales. Al cabo de los años, esas tensiones y malas posturas, pueden llegar a modificar patrones en el cerebro, y hacer que una molestia se convierta en un problema serio, que les aparte de su profesión.

Los cantantes padecen con frecuencia de nódulos en las cuerdas vocales.
Los instrumentistas de cuerda y viento, debido a la posición forzada del cuerpo en el momento de tocar, pueden llegar a sufrir de un problema de origen neuromuscular, que afecta la coordinación de sus manos. Se conoce como distonia focal de la mano. Schumann ya padeció distonía focal en su tiempo, y en medicina no existe forma alguna de cura.
Hay un síndrome bastante frecuente entre los trompetistas, que consiste en una rotura del músculo orbicular de los labios. El principal síntoma es el dolor, sobre todo en las notas altas, cuando la presión del labio es mayor y este empieza a vibrar. Estos músicos tienen que ejercer tal presión contra los labios, que al producir un sonido agudo el peso sobre la boca es equivalente a 20 kilos. Con el tiempo, muchos pierden el tono muscular de la boca, al grado de no poder seguir tocando. También entre ellos se ha detectado pérdida de audición, disminución del campo visual, aumento de la tensión intraocular, cambios glaucomatosos que, sin un control adecuado, puede conducir a la pérdida de la visión.

El mítico Louis Amstrong, conocido como Sachmo en los clubes de Jazz, padeció una lesión aguda por la rotura del músculo orbicular labial, por eso ahora se la conoce como “síndrome de Sachmo”.
Los pianistas pueden sufrir distonía de función. Se trata de una contracción indeseada en el momento de hacer una función específica que dificulta la interpretación musical. Los dedos más afectados suelen ser el meñique y el anular. Cuando les sobreviene una crisis se quedan inútiles, contraídos o extendidos momentáneamente, sin responder a la voluntad de la persona.


Según Jaume Rosset, director de la Fundació Ciència i Art, “muchas obras que están escritas fueron hechas para instrumentos que no tienen nada que ver con los actuales, como es el caso de Bach y sus obras para Clavicordio. Este instrumento tenía teclas muy livianas, apenas las tocas generan sonido, es muy diferente al piano actual, con 600 gramos de peso por tecla, lo que genera una exigencia mayor por parte del músico para representar estas obras”.


Es imprescindible hacer ejercicios de estiramiento adecuados a cada instrumento, antes y después de los ensayos o actuaciones, hacer pausas y tener una adecuada preparación física. Jaume Rosset también aconseja un ejercicio de "imaginería mental": está demostradísimo que se logra un mayor rendimiento que si en vez de tomar la partitura y comenzarla a tocar, se lea primero y se intente imaginar cómo sonaba cuando se tocó en ejercicios anteriores. Esto tiene que ver con la teoría de que la memoria se ordena en diferentes capas.



CONSEJOS BÁSICOS PARA MÚSICOS


1.- No aumentes bruscamente horas de ensayo o estudio (máximo 20 min. más cada día).
2- No te obsesiones en repetir un pasaje o gesto que no termina de salir bien.
3.- Realiza pausas de 5-10 minutos cada media hora. Puedes aprovechar para estirar la musculatura sobrecargada, mover suavemente las zonas más tensas o, simplemente, para andar un poco.
4.- Mantén una posición correcta: apoyo equilibrado de los pies, buena postura sentado, trabajar la respiración, regular la altura del atril y la banqueta...
5.- Respeta las horas de sueño y las comidas.
6.- Realiza alguna actividad física complementaria evitando los deportes de contacto. Esto te permitirá compensar desequilibrios y eliminar tensiones.
7.- No toques nunca con dolor. En ese caso tienes que parar de tocar y realizar estiramientos suaves. Si reaparece en próximas sesiones debes pedir ayuda lo antes posible.
8.- Realiza estiramientos de la musculatura antes y después de tocar. El objetivo del estiramiento es reducir la tensión, mejorar el rendimiento y la coordinación de los movimientos evitando la aparición de lesiones. Al realizarlos debe tenerse en cuenta que: no se debe provocar dolor, sólo tensión. Hay que mantener cada estiramiento durante 20-30 segundos. No se deben realizar rebotes. Se puede repetir cada uno de ellos varias veces.

Fuentes: Instituto de Fisiología y Medicina del Arte -Terrassa

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