1/2/13

Reconstruir nuestras vidas con la Ciencia de la Oración

Leyendo a Gregg Braden he descubierto algo precioso: la belleza y el poder de la oración.
La cultura católica que hemos vivido aquí nos ha hecho alejarnos a muchos de todo lo que huela a iglesia, y se nos esfumó el interés por saber la verdadera historia de Jesús de Nazaret.

 Todas las instituciones están cayendo ahora y parece que empezamos a buscar la manera de dirigir nuestra vida por nosotros mismos. Quizá la clave para convertirnos en esos creadores nos la dejaron en las antiguas escrituras, en oraciones como el Padrenuestro, o incluso antes, 500 años antes de Jesucristo, en escritos de los esenios.

 El famoso libro “El secreto” también habla en la actualidad de pedir al Universo lo que queremos, pero muchas veces las cosas que pedimos no suceden. ¿Será que no sabemos pedir?

Los maestros esenios decían que lo principal está en unir pensamiento,sentimiento y emoción: «Siete son los senderos que cruzan el Huerto Infinito, y cada uno deberá transitarse con el cuerpo, el corazón y la mente como uno ...» Es esa fuerza unificada la que da poder a nuestras oraciones para que se manifiesten. «cualquiera que dijere a este monte: quítate de ahí y échate al mar, no vacilando en su corazón, sino creyendo que cuanto dijere se ha de hacer, así se hará» (Marcos 11,23). ¡¡No vacilando en su corazón!!. Recordad bien eso.

Para diferenciar bien los tres conceptos:
Pensamiento: Son las imágenes en la mente. Pone la dirección.
Emoción: Hay dos básicas: Amor y miedo. Da fuerza a la dirección.
Sentimiento: Es la creencia, la certeza absoluta, se forma en el corazón como la energía que puede mover el mundo. Es lo que pensamos, junto con el combustible de la emoción (de Amor o miedo) que nos provoca el pensamiento.

Identificando bien los tres elementos, los esenios nos muestran cómo unir los tres componentes en uno sólo:
"Primero el Hijo del Hombre habrá de buscar la paz en el interior de su propio cuerpo, pues su cuerpo es como un lago de montaña que refleja el sol cuando está quieto y claro. Cuando está lleno de barro y piedras, no refleja nada.
Luego el Hijo del Hombre deberá buscar la paz en sus propios pensamientos... No existe poder más grande en el cielo o en la tierra que el pensamiento del Hijo del Hombre. Aunque invisible para los ojos del cuerpo, cada pensamiento tiene una poderosa fuerza, de tal magnitud que puede hacer temblar a los cielos.
Después el Hijo del Hombre buscará la paz en sus propios sentimientos. Invocamos al Ángel del amor para que entre en nuestros sentimientos, para que los purifique. Y todo lo que antes era impaciencia y discordia se tornará paz y armonía. "

Así que debemos encontrar la paz interior, el equilibrio, la coherencia entre lo que sentimos, pensamos, hacemos y decimos. Los antiguos sabios también dicen que todas las posibilidades de nuestra vida ya han sido creadas y están presentes. En vez de forzar soluciones para que las cosas dejen de ocurrir o que suceden otras, debemos elegir con qué posibilidad quedarnos y vivir como si ya hubiera sucedido. Es como si tuviéramos que dejar de pedir, para sentir y agradecer habernos concedido lo que queremos.

Según Gregg Braden: “La clave para elegir un resultado entre los muchos posibles reside en nuestra habilidad para sentir que nuestra elección ya está sucediendo. Vista la anterior definición de la oración de otro modo, como «sentimiento», se nos invita a hallar la cualidad del pensamiento y de la emoción que produce ese sentimiento: vivir como si el fruto de nuestra plegaria ya estuviera en camino.”

Pero cuidado con lo que pedimos, a los que estéis pensando en un persona determinada, recordad que no podemos interferir en el libre albedrío de nadie, porque quizá esa persona en particular que tú quieres a tu lado, sea el “milagro” de otra persona. Una vez que ya estemos preparados para pedir, toca buscar las palabras precisas para realizar la oración. Pensad que cuando pedimos algo, estamos reconociendo que no lo tenemos, y si el sentimiento que hay detrás de eso es el “miedo” (a la soledad, a no tener dinero… ) la vibración creada por esa emoción hará la llamada y el universo sólo te traerá más de lo mismo.

Si pedimos tener más dinero:
Pensamiento: tenemos poco
Emoción: amor o miedo? Seguro que miedo por no poder pagar las facturas.
Sentimiento: eso nos genera “falta”, nos “falta” el dinero. Esa emoción de falta y vacío está creando el campo magnético del corazón que, recordemos, es cinco mil veces más potente que el del cerebro. El corazón tiene el poder de cambiar la energía de los átomos. La fuerza eléctrica del corazón es hasta 60 veces más fuerte que la del cerebro (ambas medidas con un electro). Así que es la emoción del corazón donde está el poder!, para bien o para mal. No basta con pensar o imaginar lo que quieres, eso sólo es un deseo.

José Luís Parise, que sabe mucho de la magia de las palabras que InBocamos, nos dice que es muy importante elegir las adecuadas, porque si tu pides....”un buen marido”, el universo traerá a tu vida a un montón de hombres casados y además, como son buenos maridos, amarán a sus esposas y serán incapaces de sentir amor por ti….

Jesucristo nos dejó una clave de como usar este poder para crear nuestra realidad, lo tenemos en el Padrenuestro:
"Padre Nuestro que estás en los cielos. Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”.
Ese es el inicio, Abre el campo. Es lo que nos inspira esa sensación de grandeza, de poder, y nos pone en comunicación con el campo cuántico.
"El pan nuestro de cada día, dánosle hoy. Perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal.”
Comando operativo, crea el sentimiento necesario. Son afirmaciones, indican la meta de lo que queremos.
"Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria por siempre. Amen”.
Es el cierre y el agradecimiento.

Qué, os atrevéis?, inténtalo! puedes utilizar el Padrenuestro y hacer tus propias afirmaciones, pero no te olvides de hacerlo desde el Amor, no desde el miedo, y creando el Sentimiento o la absoluta certeza de que eso ocurrirá.

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Gregg Bradem: El efecto Isaías / La curación espontánea de las creencias
José Luís Parise: Los 11 pasos de la magia