22/4/13

Receta de exfoliante natural

Ahora que llega el verano, empezaremos a quitarnos ropa de encima ...., enseñaremos más la piel...., así que debemos tratarla para que luzca bonita. Esto va para hombres y mujeres.
No sólo para que mejore su apariencia, exfoliar la piel hace que eliminemos la células muertas, que los poros queden limpios y sin obstrucciones para que puedan respirar libremente.

Si la piel no respira nos puede generar problemas de irritaciones, dermatitis etc,

Cremas o geles exfoliantes tienes muchos en el mercado, pero si te quieres ahorrar un dinero aquí te muestro una receta fantástica y natural. Además, ¿no os ha pasado que nunca encontráis la textura que de verdad os gusta? Pues de esta forma podrás hacerla a tu gusto.

Esta es una receta sencilla, económica y muy efectiva para hacer un exfoliante natural.
Sirve tanto para la piel del cutis como para el resto del cuerpo. La cantidad de agua que pongamos nos dará una textura más fina o rugosa, dependiendo de tu gusto.

Paso 1.
El bicarbonato. Podéis utilizar sal, café, azúcar ... pero el bicarbonato además de tener una textura perfecta para lo que buscamos, tiene muchos otros usos. ¿Ya lo tienes?









Paso 2.
Pon una cantidad en tu mano, según lo grande que sea la zona a tratar. Esta que muestra la foto sería para cara y cuello, o brazos, o una pierna... Si vas a exfoliar todo el cuerpo es mejor estar dentro de la bañera.









Paso 3.
Añade un poco de gel de baño o jabón de manos.









Paso 4.
Moja la otra mano con agua y deja caer unas gotas sobre el bicarbonato. Ahora mezcla con el dedo junto con el jabón hasta formar una pasta cremosa.









Paso 5.
Aplícalo en la zona que quieras exfoliar y frota la piel hasta que veas que se va secando. Puedes luego mojar la mano con la que lo estás aplicando y seguir frotando, ya que el jabón hace que el bicarbonato se fije a la piel y puedas deslizarlo fácilmente. Después enjuaga y admira el resultado.









No insistas mucho en zonas sensibles como cara y cuello, debes ir viendo como reacciona tu piel.

Es importante que después de exfoliar hidrates bien la piel. Es ideal la Nivea de toda la vida, o también puedes tener una crema más ligera y añadir a ella un poco de aceite de primera presión en frío (el de girasol es maravilloso y económico) cuando necesites un extra de hidratación.

Si prefieres tener el exfoliante ya preparado, puedes hacer la mezcla en un bote. Recuerda poner el agua a gotas, porque si te excedes el bicarbonato se disuelve y ya no te servirá. Puedes añadir unas gotas de aceite esencial de lavanda, limón, o cualquier otro aroma que te guste.

¿Tomaste nota?

Pues, ¡vamos!, ¡manos a la obra!
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