8/6/13

Entre el aprender y el saber


Un día, Mulla el barquero, transporta en su barca a un sabio gramático.
En el curso del trayecto, este último le pregunta:
- ¿Conoce usted la gramática?
- No, en absoluto –responde Mulla sin dudarlo.
- ¡Pues bien, permítame que le diga que ha perdido usted la mitad de su vida! –replica con desdén el sabio.

Un poco más tarde, se desatan unos fuertes vientos y la barca es tragada por las aguas.
Justo antes de naufragar, Mulla le pregunta a su pasajero:
- ¿Sabe usted nadar?
– ¡No! –responde este último aterrado.
- ¡Pues bien, permítame que le diga, que puede dar toda su vida por perdida!.

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Este es uno de los muchos cuentos sanadores de Alejandro Jodorowsky, donde nos viene a decir, que “¿de qué sirve conocer algo, si no sabemos aplicarlo a la realidad?”, ¿para qué armarse de un saber inútil?."

Existen personas que se conocen el Kamasutra de principio a fin, y son incapaces de complacer a su pareja.
Existen personas que conocen todas las obras de los grandes filósofos de nuestra historia, y son incapaces de aplicar esos conocimientos a su día a día.
Existen personas que llenan las paredes de títulos y diplomas de cursos recibidos en los confines de la tierra, de manos de los más grandes maestros, y son incapaces de ver sus propios desequilibrios y sanarlos.

 “¿De qué sirven todas las teorías sobre la sexualidad, el amor, el bien, la oración, etc., si luego no las aplico? Es como esconderse detrás de este saber, para no hacer nada”.

Quizá sea el momento que comiences a hacer algo con tus conocimientos, que te sirvas de todos esos estudios y crees tu propia sabiduría que puedas aplicar en tu realidad diaria.

Todo lo que aprendes, nunca lo sabrás, hasta que no lo apliques, hasta que no lo experimentes tú mismo.