15/8/13

1ª herida: El Rechazo - Retraimiento

Hace unos días os hablaba de "las cinco heridas que nos impiden ser uno mismo", según nos cuenta Lise Bourbeau.
Esas heridas nos hacen comportarnos de cierta manera, ponernos "máscaras" para protegernos, para esconder nuestro dolor inconsciente. Y las máscaras muchas veces nos hacen rechazar las cosas que más ansiamos tener. Es de locos, no?
Aquí tenéis la primera herida, la del rechazo. Tenéis que diferenciar muy bien el rechazo del abandono. No es lo mismo.
¿A ver si te identificas?


1.- HERIDA DE RECHAZO-RETRAIMIENTO

Rechazar alguien es repelerlo, echarlo.

La persona que nos rechaza nos dice “no te quiero a mi lado”.
La persona que nos abandona dice “no puedo tenerte conmigo”, y nos deja para ir en busca de algo o de alguien.
Hay que tener clara la diferencia entre rechazo y abandono.

Un ejemplo claro son los bebés que no son bienvenidos al tenerse por accidente.
La herida se activa sobretodo en la relación con el padre del mismo sexo.
Es del todo humano pues, que no aceptes u odies al padre que tiene el mismo sexo que tu.
No significa que tu padre te rechazara. Significa que tu interpretaste una o varias experiencias como si fueran un rechazo de tu persona.
Otra persona lo podría haber vivido como una humillación.

Si sufres de la herida del rechazo, la no aceptación del padre del mismo sexo explica las dificultades que tienes en aceptarte y amarte a ti mismo/a.
Si reconoces que sufres de la herida del rechazo, es muy probable que el padre de igual sexo que tu también la sufra, y no sólo se haya sentido rechazado por su padre del mismo sexo, sino que se sienta rechazado por ti.

Cuando se activa tu herida de rechazo, te colocas la máscara de huidizo, que te incita a desear huir de la situación o de la persona que crees es la causa del rechazo, por temor a sentir pánico o sentirte impotente.

Esta máscara también puede convencerte de que te hagas lo más invisible posible, te retraigas a tu interior y no digas o hagas algo que pudiera provocar que el otro te rechace aún más.
Esta máscara te hace creer que no eres lo suficientemente importante como para ocupar el lugar que te corresponde, que no tienes el derecho a existir tanto como los demás.

Quien sufre de rechazo alimenta su herida cada vez que se considera nulo, bueno para nada, incapaz de marcar diferencia en la vida de los demás, y lo hace también cada vez que huye de una situación.

Tu herida de rechazo está en vías de sanación cuando cada vez ocupas más tu lugar y te atreves a afirmarte. Además, si alguien parece olvidarse de que existes, no te sientes incómodo internamente. Cada vez es menor el número de situaciones en las que temes sentir pánico.

Una vez la herida está sanada, detrás de esa máscara de retraimiento se encuentran personas:
- Con muchos recursos, dotados para lo creativo y la imaginación.
- Capaces de trabajar solos.
- Eficientes y con capacidad para tratar el mínimo detalle.
- Capaces de actuar en casos de emergencia.
- Pueden ser felices solos.


Las 5 heridas que impiden ser uno mismo,  -Lise Bourbeau-